Gobierno de Brasil prevé subasta para explotación minera en la Amazonía aún este año
Por Catarina Barbosa
Del Brasil de Fato
Las subastas de concesiones para la explotación minera y la concesión de logística e infraestructura en la Amazonía están previstas para este año. La propuesta del gobierno federal prevé el acto como parte del Programa de Asociaciones e Inversiones (PPI por sus siglas en portugués).
Según el referente del Movimiento por la Soberanía Popular en la Minería (MAM), Marcio Zonta, la iniciativa del gobierno de Jair Bolsonaro (sin partido) revela que la Amazonia está en el centro de los intereses del sistema financiero internacional. Hay ocho proyectos en la agenda de 2020, divididos en varias áreas de la región Norte del país, con una gama de minerales explotados.
“Buscan aún más a la expoliación de la Amazonía. Si comprendiéramos el papel de la Amazonia en el mundo y comprendiéramos qué minerales se extraen actualmente de esta región, tendríamos dos premisas: la primera es que la Amazonia brasileña regula hoy en día el sistema financiero internacional por la cantidad de oro, especialmente el ilegal, y los demás minerales que salen de esta región, como el cobre y el hierro”, resume.
El líder también señala que en lo que se refiere al cobre y al hierro, la materia prima da origen a toda la gama de tecnologías que componen la industria bélica y automovilística, la industria de las comunicaciones, Internet, la tecnología 5G y también la “industria del superfluo”.
“Estas últimas son aquellas cosas que no tienen ninguna función social, pero que llevan muchos minerales: software, teléfonos celulares, en fin, la Amazonía corresponde a un proceso de regulación de las materias primas para la acumulación primitiva de capital y para la acumulación a través de la producción de estos productos”, añade.
Los embates ambientales
Según informaciones del gobierno federal, las zonas ofrecidas no se encuentran en unidades de conservación de protección total, reservas extractivas o territorios indígenas. Además de las subastas relacionadas con la minería, este año también podrá ser realizada la concesión para instalar transmisores de energía en el estado de Amazonas, por un valor de más de R$ 7.400 millones [US$ 1.300 millones], en casi 2,5 mil kilómetros de líneas de transmisión.
Se trata de una confrontación directa por la pérdida del territorio.
Zonta señala, sin embargo, que los daños causados por la actividad minera son innumerables para todos los brasileños, especialmente para las comunidades.
“Va desde el proceso de expulsión de los campesinos de sus tierras en la Amazonía, con su pluralidad cultural. Estamos hablando de indígenas, ribereños, campesinos que vinieron de otras regiones. Por lo tanto, se trata de una confrontación directa por la pérdida de territorio”, explica el miembro del MAM.
“Estos campesinos suelen ser empujados hacia los centros urbanos, que también están en crisis por la cuestión minera, y en este proceso hay un cierto dominio territorial – de las empresas mineras-, con un vínculo ideológico, militar y las diversas disputas narrativas que habrán en estas regiones tras la destrucción de los códigos civilizadores”, añade.
Capital extranjero
El miembro del MAM también señala que no hay una lista pública de las empresas que participarán en la subasta, pero entre las solicitudes mineras registradas en la Agencia Nacional de Minería (ANM), Vale, Anglo American y BHP Billiton son algunas empresas que mantienen solicitudes constantes para explotación minera en la Amazonía.
Además de las subastas de este año, para 2021 están programadas: la subasta para la operación por 69 años de la red ferroviaria que conecta la región central de Mato Grosso con el noroeste de Pará, la llamada Ferrogrão, y que servirá para el transporte de maíz y soja; y también, en el primer trimestre del próximo año, la concesión de carreteras y la operación de la terminal de carga del Puerto de Santana, en Amapá.
Para el segundo trimestre de 2021, se prevé la concesión, a las empresas interesadas, de siete aeropuertos en cinco estados de la región norte del país, además del terminal pesquero de Manaus, capital de Amazonas.
*Edición: Rodrigo Chagas
**Traducción: Luiza Mança