En Zambia, la campaña de alfabetización y agroecología alcanzó 2.000 personas
Por la Brigada Internacionalista Samora Machel
De la página web del MST*
Al finalizar la primera fase de la Campaña de Alfabetización y Agroecología Fred M’membe, una de las certezas que tenemos es la implicación y el compromiso de los zambianos y zambianas que participan en el proceso. Desde la coordinación nacionales y provinciales, los educadores/as, pero sobre todo los y las educandas.
La alegría evidente en cada rostro, los bailes que movían los cuerpos a cada música tradicional cantada por los grupos, desde el inicio de los monitorias y la graduación en Lusaka, la primera Provincia en completar esta primera fase de la Campaña, demostraron cómo un pueblo organizado mueve transformaciones.
La campaña comenzó las movilizaciones ya en 2019, pero las clases sólo se concretizaron con el inicio del método al correr el año 2021. Se llevó a cabo en tres provincias: Eastern, Lusaka y Western, en 22 municipios, la mayoría de ellos en comunidades rurales. En total, la Campaña involucró directamente a 2.130 personas, pero indirectamente a más de 5.400, entre candidatos a la alcaldía del Partido Socialista, concejales, líderes locales y la comunidad en general.
Coordinada por la Brigada Internacionalista del MST Samora Machel y el Partido Socialista (PS) y basada en el método de hablar, leer y escribir las palabras y el mundo (“to talk, to read, to write the words in the world”), creado exclusivamente para esta acción, pero basado en el método cubano “¡Yo, si puedo!” la campaña pasará a su segunda fase en 2022, donde irá a otras tres provincias del país, Muchinga, Norte y Copperbelt.
Para entender los límites, los avances y los retos de esta primera fase, hablamos con las coordinadoras de la Provincia Eastern, Sarah Lungu, educadora y militante del Partido Socialista, y de la Provincia Western, Elizabet Conceição, educadora y militante del MST, que nos contaron un poco sobre el proceso en cada territorio.
Lea la entrevista completa:
¿Qué es el método “to talk, to read, to write the words in the world“?¿Está en diálogo con la realidad de las y los zambianos, y cumple el objetivo de alfabetización? ¿De qué forma?
Elizabet: El método “to talk, to read, to write the words in the world” es fruto de la educación popular que tanto defendió Paulo Freire, además de inspirarse en los métodos de alfabetización desarrollados en Brasil y América Latina.
Es importante señalar que el pueblo zambiano está alfabetizado y es políglota en 72 lenguas locales. Conocemos a personas que nunca han ido a la escuela pero que dominan dos o tres lenguas locales, tanto de forma oral como escrita. Así que cuando hablamos de analfabetismo, nos referimos a la lengua inglesa, que está incorporada en todas las esferas de la vida política, social y cultural del país.
Por ello, el método se pensó de acuerdo con esta realidad, teniendo en cuenta la cultura y la experiencia de vida de las y los zambianos, estimulando un sentido crítico en torno a la identificación de la violencia y la opresión, especialmente en lo que respecta a los derechos civiles.
Sarah: Es el método en el que se enseña al alumno a hablar, leer y escribir en la lengua oficial (inglés) de nuestro país. La mayoría de las veces, la gente queda presa en la vida porque no sabe leer ni escribir. La educación no acaba, es una tarea de vida. Y el método es fundamental para contribuir a la solución de problemas estimulando el pensamiento crítico.
¿En qué se diferencia el método desarrollado por la Campaña de la forma tradicional de enseñanza en Zambia?
Elizabet: El método pretende ser algo más que un decodificador de letras y números para que el alumno sea capaz de leer las palabras y el mundo, permitiendo así ampliar la cosmovisión del mundo y reconocerse a sí mismo y a su comunidad como sujetos de derechos. Es así cuando hablamos de Soberanía Alimentaria, por ejemplo, cada estudiante, en su mayoría campesinos, es capaz de entender los perjuicios de una agricultura basada en agrotóxicos y cómo su comunidad debe ser guardiana de las semillas, de los bienes naturales, a partir del mantenimiento de prácticas milenarias de agricultura.
Sarah: La forma tradicional de enseñar aquí en Zambia requiere mucho tiempo en comparación con este método, que en un corto periodo de tiempo (3 meses) una persona es capaz de hablar, leer y escribir. Sin contar que el acceso a la educación no es totalmente público. En la actualidad, las personas que ingresan en la escuela realizan los primeros años de la educación básica costeado por el Estado, hasta el sexto o séptimo grado, y luego se ven obligadas a pagar diversas cuotas y costos, lo que en la práctica hace imposible que una gran parte de la población continúe estudiando.
¿Por qué realizar una campaña de alfabetización en el país? ¿Cuántos municipios y distritos participaron?
Elizabet: En Zambia hay un alto índice de personas que no leen ni escriben en inglés, el índice llega al 55,3%, es decir, más de la mitad de la población. Y dentro de ese porcentaje la mayoría son mujeres, sobre todo rurales. Por lo tanto, la demanda para garantizar que estas personas puedan acceder a sus derechos básicos, como la educación, está latente. En la Provincia Western, por ejemplo, hemos conseguido involucrar a ocho municipios y 15 comunidades, la mayoría en zonas rurales.
Sarah: Porque contribuirá a erradicar el analfabetismo aquí en Zambia. Hay muchas personas que son analfabetas en inglés, y ese es el caso aquí en la Provincia Eastern, donde la tasa de analfabetismo en inglés es una de las más altas del país, alrededor del 30 al 38%, algo que afecta directamente al desarrollo de nuestro país. Con la Campaña de Alfabetización y Agroecología hemos logrado involucrar a los 11 municipios que conforman la Provincia y a 10 distritos.
En general, las mujeres son mayoría como educandas, ¿por qué son las más necesitadas del método de alfabetización?
Elizabet: En las estadísticas de analfabetos en Zambia, la mayoría son mujeres y la mayoría están excluidas de derechos básicos como el acceso a la salud y la educación. Sin embargo, son las mujeres las que más vemos en trabajos informales como la venta de carbón, fruta, ropa y limpieza.
Sarah: Las mujeres son menospreciadas y pasan por muchos desafíos, tanto en la familia como en la comunidad. Sin embargo, tienen una alta participación en la agricultura familiar, ya que dependen en gran medida de ella para sobrevivir. Incluyendo el suministro de materias primas locales para la producción de fertilizantes orgánicos, como fue el caso en los lugares donde se desarrollaron talleres de agroecología, pero también la participación en la fabricación de estos fertilizantes para tener sus propios productos.
¿Cuáles son las repercusiones de la Campaña para las comunidades?
Sarah: Si las personas saben leer, hablar y escribir, la vida también les resulta más fácil. Porque la educación es la llave para el desarrollo, para abrir muchas puertas en el futuro. También reduce los altos niveles de pobreza porque permite que el país se desarrolle.
*Editado por Fernanda Alcântara
**Traducción María Julia Giménez