João Pedro Stedile: “Los seres humanos estamos en riesgo”
Por João Pedro Stedile*
Del Alai
Les agradezco la honrosa invitación a participar de esta importante conferencia de sabios comprometidos con la vida en nuestro planeta. Traigo aquí las preocupaciones manifestadas en los movimientos campesinos y populares de todos los continentes; en la Vía Campesina, en la Asamblea Internacional de los Pueblos, en el Encuentro de los Movimientos Populares con el Papa Francisco, en todos los lugares en donde actuamos los movimientos sociales del Sur Global. Los seres humanos corremos un riesgo de vida, producto de la insensata desigualdad social existente, debido a la agresión al medio ambiente y a un patrón de consumo insostenible en los países ricos; fenómenos que nos impone el capitalismo con la lógica de no perseguir nada más que el lucro.
El diagnóstico de la realidad
1. El cambio climático se manifiesta todos los días con intensas olas de calor, calentamiento global, lluvias torrenciales, ciclones tropicales y la desertificación en diferentes regiones del planeta, según el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC/2021).
2. El número de desastres/crímenes se ha multiplicado por 5 en los últimos 50 años, matando a 115 personas al día y causando pérdidas económicas de 202 millones de dólares al día según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
3. Los delitos ambientales han aumentado, con la deforestación y quema de bosques tropicales, y con los ataques a todos los biomas, especialmente en el Sur Global. Solo en 2021, el mundo perdió más de 11 millones de hectáreas de bosques tropicales según la plataforma Global Forest Watch.
4. La selva amazónica, que cubre 9 países, ya perdió el 30% de su cobertura vegetal para explotar la madera y dar paso a la ganadería y la soja que se exporta a Europa y China.
5. Todos los biomas en el Sur Global están siendo destruidos para producir materias primas agrícolas para el norte.
6. La minería depredadora afecta el medio ambiente, las aguas, las tierras y las comunidades nativas, indígenas y campesinas.
7. Existen miles de garimpeiros [mineros ilegales] explotando oro y diamantes con mercurio en territorios indígenas.
8. Nunca antes se habían utilizado tantos pesticidas en la agricultura del Sur Global, los que afectan la fertilidad del suelo, matan la biodiversidad, contaminan las aguas subterráneas, los ríos, la producción y hasta la atmósfera.
9. Está científicamente comprobado que el glifosato causa cáncer. Unos 42 mil agricultores estadounidenses se han ganado el derecho a una indemnización de las empresas por haber contraído la enfermedad por su responsabilidad.
10. La siembra de semillas transgénicas avanza en todo el mundo, con cerca de 200 millones de hectáreas concentradas en 29 países. Los transgénicos provocan contaminación genética y, al inducir el uso de pesticidas, afectan la salud humana y destruyen la biodiversidad del planeta.
11. Los océanos están contaminados por plásticos y otros desechos humanos, matando a muchas especies acuáticas. El uso masivo de fertilizantes químicos también ha provocado que las aguas de los océanos se acidifiquen, poniendo en riesgo así a toda la vida marina, tal y como se puede ver en la gran mancha de basura en el Océano Pacífico, que cubre miles de kilómetros cuadrados.
12. El dióxido de carbono emitido por los combustibles fósiles y por el transporte individual en automóviles provoca contaminación en las grandes ciudades, lo que a su vez causa la muerte de miles de personas por problemas de salud asociados.
13. La humanidad está sufriendo una crisis de salud pública, también relacionada con la naturaleza, con la destrucción de la biodiversidad, la expansión de la frontera agrícola por el agronegocio y los megaproyectos energéticos, mineros y de transporte. La expansión urbana es -junto a la ganadería a gran escala- el origen de las zoonosis y el principal factor causante de las epidemias y pandemias que han arrastrado al mundo a una crisis sanitaria masiva, poniendo en riesgo a millones de seres humanos.
14. Son muchas las zonas de nuestro planeta que están protegidas por comunidades originarias, campesinas e indígenas. Por eso el capital las ataca e intenta destruirlas; para apoderarse de los bienes naturales que estas comunidades protegen.
15. La crisis es ecológico-social, del sistema-tierra y del equilibrio de la vida. La crisis es global, afecta el medio ambiente, la economía, la política, la sociedad, la ética, las religiones y el sentido de nuestra propia vida.
16. Miles de millones de seres humanos, los más pobres en todo el mundo, son los más afectados por las consecuencias de la falta de alimentos, agua, vivienda, empleo, ingresos y educación. Esto reduce sus condiciones de vida, fuerte la migración y acaba con la vida de miles de personas, especialmente mujeres y niños.
17. Esta crisis generalizada está poniendo en riesgo la vida humana. El planeta, atacado, aún podría regenerarse, pero sin la coexistencia con los seres humanos.
¿Quiénes son los responsables de poner la vida humana en riesgo?
1. Hay una crisis estructural del capitalismo, que ya no es capaz de organizar la producción y distribución de los bienes que necesita la población. Es la lógica de la ganancia y la acumulación de capital la que nos impide tener una sociedad más justa e igualitaria.
2. Esta crisis se manifiesta en la economía, en el aumento de la desigualdad social, en el fracaso del Estado como garante de los derechos sociales, en el fracaso de una democracia formal que no respeta la voluntad de la mayoría del pueblo y en la propagación de falsos valores basados únicamente en el individualismo, el consumismo y el egoísmo.
3. Este sistema es económica y ambientalmente insostenible y debemos superarlo.
4. Los principales responsables directos de la crisis ambiental son las grandes empresas transnacionales, que no respetan fronteras, estados, gobiernos ni tampoco pueblos. Son las empresas que fabrican plaguicidas (Bayer, BASF, Monsanto, Syngenta, Dupont, etc); las mineras; las automotrices; los capitales que producen energía eléctrica a base de combustibles fósiles; las empresas que controlan el mercado del agua (CocaCola, Pepsi, Nestlé); las que controlan el mercado mundial de alimentos; y, asociados a todas ellas, los bancos y el capital financiero. En la última década se les han sumado las poderosas empresas transnacionales de la tecnología, que fabrican la ideología y controlan la opinión pública, y cuyos dueños son los hombres más ricos del planeta (Amazon, Microsoft, Google, Facebook, Apple, etc).
5. También son responsables los gobiernos que encubren y protegen los delitos cometidos por las empresas. ¡Todo dentro de la ley!
6. Son responsables los medios de comunicación que solo buscan el lucro, y están al servicio de los intereses de las empresas; los medios cuyo único fin es engañar al pueblo y ocultar a los verdaderos responsables.
“El planeta, atacado, aún podría regenerarse, pero sin la coexistencia con los seres humanos”
7. Son igualmente responsables los organismos internacionales, formados por gobiernos y capturados por grandes intereses empresariales, encubiertos bajo fundaciones fantasma, que influyen directamente en estas organizaciones y realizan encuentros internacionales retóricos, sin ninguna efectividad, como las conferencias sobre cambio climático. Incluso las de organismos como las FAO. Quisiera aprovechar aquí para saludar las valientes posiciones defendidas por el presidente de Colombia, Gustavo Petro, en la Asamblea General de las Naciones Unidas, así como las encíclicas del Papa Francisco, que son un llamado de atención al mundo entero.
¿Qué salida defendemos?
Todavía hay tiempo para salvar a las personas. Y para salvar con ellas a nuestra casa común, el planeta tierra. Para ello necesitamos tener el coraje de implementar, a nivel global, medidas concretas y urgentes. En nombre de los movimientos campesinos y de los movimientos populares de las periferias de nuestras ciudades, proponemos:
1. Prohibición de la deforestación y quema con fines comerciales de todas las áreas de bosques nativos y sabanas del mundo.
2. Prohibición del uso de plaguicidas y semillas transgénicas en la agricultura, así como de antibióticos y promotores de crecimiento en la ganadería.
3. Denunciamos el señuelo del mercado de carbono y de otras falsas soluciones al cambio climático, así como las técnicas de geoingeniería que propone el capital para especular con la naturaleza y acumular más ganancias.
4. Prohibición de la minería en los territorios de pueblos originarios, comunidades tradicionales, áreas de protección ambiental y unidades de conservación.
5. Toda minería debe ser de control público y estar destinada al bien común y no al lucro.
6. Controlar estrictamente el uso de plásticos, incluso en la industria de alimentos y bebidas y hacer obligatorio su reciclaje.
7. El reconocimiento de los bienes de la naturaleza (como los bosques, el agua, la biodiversidad) como bienes comunes universales al servicio de todas las personas; declararlos inmunes a la privatización capitalista.
8. Los campesinos son los principales cuidadores de la naturaleza. Necesitamos luchar contra los grandes terratenientes y hacer reformas agrarias populares: así combatiremos la desigualdad social y la pobreza en el campo, y produciremos más alimentos en equilibrio con la naturaleza.
9. Recuperación ecológica de todas las áreas cercanas a manantiales y riberas, laderas y otras áreas ecológicamente sensibles o en proceso de desertificación. Realizar esto con un extenso programa de reforestación pagado con recursos públicos.
10. Constituir una política global de cuidado del agua, previniendo la contaminación de océanos, lagos y ríos y eliminando la contaminación de las fuentes de agua potable superficiales y del subsuelo.
11. Defender la Amazonía y demás bosques tropicales de África, Asia y las islas del Pacífico, como territorios ecológicos bajo el cuidado de los pueblos de sus países.
12. Implementar la agroecología como base sociotécnica para la producción de alimentos sanos, accesibles a todos y para la soberanía alimentaria de los pueblos.
13. Financiamiento, en todo el mundo, para la implementación de sistemas de energía solar y eólica bajo gestión colectiva de las poblaciones.
14. Implementar un plan global de inversiones en transporte público, con energías renovables, que posibilite el reordenamiento y mejora de las condiciones de vida en las ciudades, con descentralización urbana y asentamiento de las personas en el campo.
15. Los países industrializados del Norte son históricamente responsables de la contaminación mundial y continúan con patrones de producción y consumo injustos e insostenibles. Son ellos los que deben garantizar los recursos financieros para implementar todas las acciones necesarias para reconstruir de manera sostenible la relación sociedad-naturaleza.
16. Para salvar las vidas humanas y al planeta, es esencial que todos los gobiernos detengan las guerras, las bases militares extranjeras y las agresiones militares. ¡La paz es condición de una vida saludable!
Los países industrializados del Norte son históricamente responsables de la contaminación mundial y continúan con patrones de producción y consumo injustos e insostenibles”
Para que estas ideas se materialicen, proponemos un pacto internacional entre líderes religiosos, iglesias, gobiernos y movimientos medioambientales y populares, para que podamos llevar a cabo un programa de sensibilización de toda la población. Proponemos que se haga una conferencia internacional para reunir a todos los actores colectivos en defensa de la vida. Debemos alentar a las personas a luchar por sus derechos en defensa de la vida y la naturaleza. Debemos exigir que los medios de comunicación asuman su responsabilidad en la defensa de los intereses del pueblo, en la defensa de la igualdad de derechos, de la vida y de la naturaleza. Siempre lucharemos para salvar vidas y para salvaguardar la naturaleza de nuestro planeta, para vivir en solidaridad, en paz, con igualdad social, libres de explotación, discriminación de todo tipo e injusticias sociales.
*Economista brasileño, miembro fundador de la dirección nacional del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), Vía Campesina y Frente Brasil Popular. Es uno de los más conocidos defensores y luchadores por una reforma agraria para Brasil. Es autor y coautor de varios libros sobre la cuestión agraria.