Feria Nacional
Feria Nacional de MST pretende mostrar el papel social de la reforma agraria en medio de la CPI
Por Gabriela Moncau Traducción: Isabela Gaia
Del Brasil de Fato
Después de cinco años sin realizarse, la Feria Nacional de la Reforma Agraria, el principal evento de diálogo entre el Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) y la población de las ciudades, comienza este jueves 11 y se extenderá hasta el domingo 14, en el Parque da Água Branca, en la región central de São Paulo.
Según los organizadores, la Feria es una forma de presentar a la sociedad no solo el modelo de reforma agraria que defiende el Movimiento, sino también el que produce en la práctica. La llegada de cerca de 1.200 feriantes a la capital paulista marca el inicio de la celebración de los 40 años del MST, cuya fundación fue en enero de 1984.
Se venderán 500 toneladas de alimentos cultivados en asentamientos y campamentos, provenientes de 56 camiones de 23 estados brasileños. De esta cantidad, 25 toneladas serán donadas en una acción solidaria, el domingo 14.
Además de los puestos y un vivero de árboles, la Feria tendrá actividades de capacitación y también la “Culinária da Terra”: un patio de comidas con 30 cocinas que servirán 95 platos típicos de diferentes regiones del país.
La entrada es gratuita, también incluye un programa cultural con alrededor de 200 artistas, como Jorge Aragão.
La función social de la reforma agraria
La Feria de la Reforma Agraria se realiza, este año, menos de dos semanas después del Agrishow. El mayor evento de agronegocios del país estuvo marcado por una crisis institucional entre los organizadores y el gobierno federal, cuando los primeros “desinvitaron” al ministro de Agricultura Carlos Fávaro (Partido Social Democrático, PSD) para abrir el evento, priorizando la presencia del expresidente Jair Bolsonaro (Partido Liberal, PL).
En la mañana del próximo viernes 12, se realiza, en el marco de la Feria del MST, una actividad con la presencia de políticos. Además del propio Fávaro, confirmaron su presencia el ministro de Desarrollo Agrario, Paulo Teixeira (Partido de los Trabajadores), y el secretario de Gobierno del estado de São Paulo, Gilberto Kassab (PSD).
El evento de cuatro días en el Parque da Água Branca también marca la primera gran acción del Movimiento después de la jornada de luchas del mes de abril y la aprobación de una Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) sobre el MST. Aún en proceso de creación, la CPI tiene como objetivo investigar las ocupaciones de los sin tierra. “Vinieron preparados para el ataque, para ocultar los crímenes del latifundio”, resumió João Pedro Stedile, líder del MST, en el podcast Três por Quatro, de Brasil de Fato.
Si al ocupar terrenos los movimientos populares argumentan que la concentración de la tierra hace que inmensos territorios dejen de cumplir su función social, la producción de alimentos saludables trae la otra cara de la moneda. Revela, precisamente, una de las funciones sociales de la reforma agraria.
En este contexto de la CPI y de la organización de milicias rurales contra las ocupaciones, la Feria Nacional de Reforma Agraria busca, según el MST, traer evidencias concretas a los argumentos del Movimiento en defensa de sus formas de acción y de la redistribución de la tierra en Brasil.
“Nuestras ferias son la expresión de esto. La producción de alimentos saludables es una forma de expresar lo que es la función social de la reforma agraria, subraya Ceres Hadich, de la dirección nacional del MST. Al recordar que el país tiene actualmente 33 millones de personas que pasan hambre, según la Rede Penssan, la dirigente destaca que, para producir alimentos, se necesita tener tierra.
Un impasse civilizacional
Durante las cuatro décadas de su existencia, el MST ha mejorado, según Hadich, su “programa de reforma agraria popular”. Además de “democratizar el acceso a la tierra y resignificar las formas de trabajo”, dice, el movimiento incorporó entre sus pilares la defensa de los cambios en la relación entre las personas y la naturaleza.
“Tenemos problemas civilizatorios que enfrentar”, advierte Ceres. “Y, si no lo hacemos, desde el punto de vista de la acción política y estructural, estamos condenados incluso a dejar de existir como humanidad.”
Esta cuestión, además de estar implícita en los propios productos comercializados -provenientes de tierras por las que fue necesaria una lucha organizada para transformarlas en viviendas y cultivos agroecológicos- también será planteada en las mesas de diálogo de la Feria.
Delweck Matheus, asentado hace 39 años y miembro de la dirección nacional del MST en São Paulo, refuerza que “las familias campesinas de la agricultura familiar, al producir, se comprometen a cuidar los bienes de la naturaleza. Esto es muy importante para el medio ambiente y el clima, que son cuestiones fundamentales para la sociedad”.
Edición: Thalita Pires e Flávia Chacon