Violencia Política
Crece la participación de mujeres negras en la política brasileña, pero persiste la violencia
Por Gabriel Carriconde
Traducción: Isabela Gaia
Del Brasil de Fato
Como resultado de las luchas de las mujeres negras, en las elecciones de 2022, Brasil eligió un número récord de mujeres que se declaran negras para la Cámara de Diputados. En total, fueron elegidas cerca de 91 diputadas federales, la mayor representación de mujeres negras o pardas en la historia del parlamento brasileño. A pesar de la expresiva cifra, la representatividad aún es baja: ellas ocupan el 8% del Congreso Nacional, en un país donde el 56% de la población se autodeclara negra o parda.
Otro desafío es la violencia política de género. En el país que aún no ha podido esclarecer el asesinato de la exconcejala Marielle Franco, cada 30 días ocurren cerca de siete casos de violencia política contra mujeres negras, según datos del Consejo Nacional de Justicia (CNJ). Desde que se sancionó, en 2021, la ley que tipifica la violencia política contra la mujer, el Ministerio Público Federal de Brasil contabiliza cerca de 112 casos.
Para la ministra del Tribunal Superior Electoral, Claudia Bucchianeri, el ambiente político sigue siendo muy tóxico para las mujeres, quienes son “comúnmente ofendidas, humilladas, amenazadas e irrespetadas exclusivamente por su condición femenina”. La situación empeora si son mujeres negras.
“Son innumerables las parlamentarias negras que solicitan protección especial para ellas y sus familias para poder ejercer sus mandatos, dado el volumen de amenazas que reciben motivadas exclusivamente por la política y su condición de mujeres negras”, afirmó Bucchianeri al portal de CNJ.
Para Carol Dartora (Partido de los Trabajadores), la primera mujer negra elegida diputada federal por el estado de Paraná, es necesario afrontar el tema sin rodeos, incluso dentro de los propios sectores progresistas. Dartora, que se puso a disposición del partido para postularse a la municipalidad de Curitiba, afirmó que su posición es una respuesta a lo que considera un pensamiento conservador que también impregna la izquierda.
“Desde que anuncié mi candidatura siento que hay una reacción negativa de varios sectores, sobre todo porque represento una candidatura de una mujer negra que salió victoriosa de las urnas. Es un pensamiento retrógrado y conservador que impregna todos los sectores y que trata de reducir la representatividad de las mujeres negras”, dijo a Brasil de Fato, en una entrevista exclusiva el mes pasado.
Edición: Nadini Lopes e Lia Bianchini