Análisis de la Coyuntura Brasileña – octubre

De la Página del MST

Amigos y Amigas del MST,

¡Saludos desde el Sector de Internacionalismo del MST en Brasil!

Nos acerca el final de 2024 en un escenario de mucha preocupación y tensión en relación a las disputas geopolíticas globales. Quizás el ejemplo más ilustrativo haya sido la última Asamblea General de la ONU, vaciada por las potencias occidentales y demostrando su irrelevancia mientras Israel ampliaba su guerra contra todo Oriente Medio, con la complicidad de Estados Unidos, al cumplirse un año del genocidio del Pueblo Palestino. La necesidad de una reforma en la gobernanza global y en la ONU se hace evidente también por el fracaso en alcanzar las metas de los Acuerdos de París y por el tercer año de conflicto en Ucrania.

El discurso del Presidente Lula fue muy aplaudido cuando abordó esta necesidad de reforma del sistema de la ONU y el protagonismo del Sur Global, pero, por otro lado, la cuestión ambiental terminó siendo secundaria en su discurso. Esto es preocupante, considerando tanto que Brasil será sede de la COP30 en 2025, como por los efectos de la catástrofe climática en el país este año: la sequía que afecta a los ríos amazónicos, las inundaciones que impactaron a miles de personas en el sur del país y, por último, la acción del agronegocio que produjo cientos de incendios criminales para abrir espacio a la ganadería y la soja, resultando en 109 mil focos de incendio, concentrados en áreas del agronegocio en la Amazonía, Centro-Oeste y São Paulo, y produciendo nubes de humo tóxico por todo el país.

La cuestión ambiental ha sido central en las discusiones del MST en el último período. Además de nuestro Plan Nacional de Plantación de Árboles, con la siembra de más de 25 millones de árboles y la recuperación de más de 15 mil hectáreas; las inundaciones en la región sur movilizaron nuestra solidaridad con la organización de diversas cocinas solidarias, algunas de ellas produciendo más de 2 mil platos de comidas al día, la reconstrucción de asentamientos afectados y el trabajo de organización popular en los barrios de las periferias afectadas. En este proceso, contamos con la colaboración de una brigada internacional formada por compañeros y compañeras de Puerto Rico, Colombia, Guatemala, Noruega y el País Vasco.

Sin embargo, la fuerza del agronegocio prevalece en el Parlamento brasileño, donde la bancada ruralista sigue con su ofensiva contra el medio ambiente, con decenas de proyectos de flexibilización de las leyes ambientales y de persecución política a los movimientos populares, como el proyecto que criminaliza a los participantes de ocupaciones de tierras. En el Ejecutivo, el agronegocio cuenta con incentivos fiscales y subsidios multimillonarios, además de los cerca de 80 mil millones de dólares para financiar la producción del agronegocio, con recursos destinados a los mismos terratenientes que causaron los incendios.

Esta fuerza económica también se presentó en las elecciones municipales realizadas a principios de octubre. La derecha ganó en la gran mayoría de los municipios brasileños, mientras que la izquierda mostró una pequeña recuperación, pero insuficiente ante los retrocesos sufridos desde 2016 y 2020. Aún más grave fue el crecimiento de los sectores de extrema derecha dentro de este espectro.

En este escenario de avance de la extrema derecha, el MST decidió este año participar de manera más deliberada en la disputa electoral. Históricamente, debido a su protagonismo en las políticas locales, militantes del MST siempre participaron en las elecciones. Este año, esta participación fue organizada y orientada a nivel nacional. El resultado fue bastante positivo con la elección de 1 alcalde, 3 vicealcaldes y 40 concejales orgánicos, además de 87 aliados, incluyendo 19 alcaldes.

La participación en la lucha institucional es parte de la lucha más amplia por la reforma agraria y las transformaciones sociales, y no ha disminuido nuestra energía para abrir nuevos campamentos y movilizaciones, como la Jornada de Luchas de julio, cuando se ocuparon latifundios, edificios públicos y bancos, además de la apertura de nuevos campamentos, movilizando a 15 estados y a miles de trabajadores sin tierra.

En 2025, la lucha por la Reforma Agraria Popular seguirá movilizándose en torno a la cuestión ambiental y la producción de alimentos saludables, con la jornada de luchas de abril y la realización de nuestro 7.º Congreso Nacional, en julio. Además, convocamos a todos nuestros amigos y amigas a permanecer movilizados y atentos a la solidaridad con los pueblos de Palestina, Haití, Venezuela y Cuba en sus enfrentamientos contra el imperialismo.

¡Un fuerte abrazo y buena lucha!

Sector de Internacionalismo MST

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Traducción: Adriana Motta

Revisión: Natalie Illanes Nogueira