Movimientos sociales y organizaciones de pueblos del campo, de las aguas y de las florestas lanzan campaña contra la violencia

La carta llama "a toda la sociedad a una campaña permanente contra la violencia en el campo, en defensa de los territorios y la vida"

De la página del MST

Reunidos entre el 18 y el 19 de abril de 2022, en un Seminario en Brasilia, diversas organizaciones populares, movimientos sociales y entidades de los pueblos del campo, de las aguas, las florestas y los territorios urbanos discutieron la organización de un frente de acción unificado contra la violencia que amenaza a estas poblaciones y lanzaron una carta de denuncia y llamado a la sociedad para sumarse a la campaña permanente contra la violencia en el campo, en defensa de los territorios y la vida.

En total, 33 organizaciones firmaron la carta de repudio contra el aumento de la violencia en el campo, que se ha vuelto atroz durante el gobierno de Bolsonaro. Los datos de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), señalan que, “los asesinatos saltaron de un total de 20 en 2020, a 35 en 2021, lo que representa un aumento del 75%. Entre ellos, se destacan dirigentes y referentes sociales que actúan en la defensa de los Derechos Humanos y de la naturaleza”, afirma el documento.

La carta también denuncia que las poblaciones más afectadas por la violencia en el campo fueron loa pueblos vinculados a la lucha por la tierra, el agua y las florestas: “pueblos indígenas, quilombolas, pueblos ribereños, ocupantes tradicionales y campesinos sin tierra”. Es importante destacar que tanto el aumento de la violencia como el número de asesinatos ocurrieron en la región de la Amazonia Legal, mostrando la violencia inherente al proceso de expansión del capital”, denuncian.

Consulte la carta completa:

CAMPAÑA CONTRA LA VIOLENCIA EN EL CAMPO

En defensa de los pueblos del campo, de las aguas y de las florestas

Los días 18 y 19 de abril de 2022, diversas organizaciones de pueblos del campo, de las aguas, de las florestas y de los territorios urbanos se reunieron en Brasilia para discutir un frente de acción unificado contra la violencia que amenaza a estas poblaciones.

Entre 2011 y 2015, se registraron 6.737 conflictos en el campo, que afectaron a más de 3,5 millones de personas. En el período siguiente, de 2016 a 2021, estos números aumentaron a 10.384 conflictos que afectaron a 5,5 millones de personas, especialmente niños y niñas, jóvenes y mujeres, confirmando que el impeachment de la presidenta Dilma fue un golpe articulado entre sectores del Estado y del capital, los medios de comunicación hegemónicos y en particular vinculados al agronegocio. Los asesinatos pasaron de un total de 20 en 2020 a 35 en 2021, lo que representa un aumento del 75%. Entre ellos se destacan dirigentes y referentes sociales que actúan en defensa de los Derechos Humanos y de la naturaleza. En relación al trabajo esclavo, se produjo un aumento del 113% en el número de personas rescatadas. Cabe recordar que estos datos, registrados por la CPT, son apenas los que alcanzaron visibilidad en las estadísticas oficiales o en los medios de comunicación. Esto significa que la realidad es aún más dura. Estas situaciones se agravan a medida que se desmantelan las políticas públicas y de fiscalización.

Según los datos de la CPT, las poblaciones que más violencia sufrieron en el campo fueron los pueblos indígenas, los quilombolas, los ribereños, ocupantes tradicionales y los campesinos sin tierra. Es importante destacar que tanto el aumento de la violencia como el número de asesinatos ocurrieron en la región de la Amazonia Legal, lo que demuestra la violencia inherente al proceso de expansión del capital. La tierra y la naturaleza, bienes comunes, convertidos en mercancía y sometidos a la propiedad privada y a la especulación, están en el origen de diversas formas de violencia. Esta violencia está históricamente estructurada en la división de clases, en el racismo y el patriarcado.

Esto es evidente cuando vemos que los empresarios, los acaparadores de tierras públicas, garimpeiros, latifundistas, mineras, madereras y el propio Estado son los mayores causantes de la violencia, según los datos de la CPT. Es importante destacar que la violencia avanza sobre los territorios, pero también sobre la cultura y la espiritualidad de los pueblos del campo, de las aguas y de las florestas, a través del avance de sectores e iglesias fundamentalistas que utilizan prácticas de racismo religioso. La violencia se intensifica con la impunidad y la connivencia del Estado, generando un aumento de grupos paraestatales y pistoleros.

Incluso con la pandemia y la violencia, hubo un aumento de las acciones de resistencia. En el último período ocurrieron varias ocupaciones de tierras, retomadas de territorios, movilizaciones contra los desalojos, manifestaciones en las grandes capitales y también grandes movilizaciones y campañas contra el hambre y en defensa de la soberanía alimentaria, en una estrategia de solidaridad entre pueblos del campo y la ciudad. También destacamos las grandes movilizaciones indígenas en todo el país contra los retrocesos.

En el marco de este proceso de lucha de los pueblos, el enfrentamiento y la superación de la violencia en el campo se impone como objetivo a partir la articulación y la unidad de los diversos frentes de resistencia y en la defensa de la vida.

Por ello, las entidades aquí reunidas convocan a toda la sociedad a una campaña permanente contra la violencia en el campo, en defensa de los territorios y de la vida.

1. Articulação Agro é fogo
2. Articulação Nacional de Quilombos (ANQ)
3. Associação Brasileira de Reforma Agrária (ABRA)
4. Associação de Advogados de Trabalhadores Rurais (AATR)
5. Campanha Cerrado
6. Caritas Brasileira
7. Central Única dos Trabalhadores (CUT)
8. Centro Popular de Formação da Juventude (Vida e Juventude)
9. Comissão Justiça e Paz
10. Comissão Pastoral da Terra (CPT)
11. Confederação Nacional dos Trabalhadores Rurais Agricultores e Agricultoras Familiares (CONTAG)
12. Confederação Nacional dos Trabalhadores Assalariados e Assalariadas Rurais (CONTAR)
13. Conselho Indigenista Missionário (CIMI)
14. Conselho Nacional de Igrejas Cristãs (CONIC)
15. Federação de Órgãos para Assistência Social e Educacional (FASE)
16. FIAN Brasil
17. Frente Nacional de Luta Campo e Cidade (FNL)
18. Misereor
19. Movimento Camponês Popular (MCP)
20. Movimento de Mulheres Camponesas (MMC)
21. Movimento de Pescadores e Pescadoras Artesanais (MPP)
22. Movimento de Trabalhadores por Direitos (MTD)
23. Movimento dos Atingidos por Barragens (MAB)
24. Movimento dos Pequenos Agricultores (MPA)
25. Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra (MST)
26. Movimento Interestadual das Quebradeiras de Coco Babaçu (MIQCB)
27. Movimento Nacional de Direitos Humanos (MNDH)
28. Movimento pela Soberania Popular na Mineração (MAM)
29. Pastorais Sociais – CNBB
30. Rede Eclesial Pan-Amazônica (REPAM-Brasil)
31. Sociedade Maranhense de Direitos Humanos (SMDH)
32. Teia dos Povos
33. Terra de Direitos

Consulte el documento en PDF en portugués.

*Traducido por Julia Giménez
**Editado por Solange Engelmann