Carta del MST al Pueblo Brasileño – rumbo a los 40 años del Movimiento

Da Página do MST

Con representación de delegaciones de 24 estados del país, el MST ha realizado esta semana (23 a 27) la reunión de este año de la Coordinación Nacional del Movimiento, en Luiziânia (GO).

La actividad se ha desarrollado en un período de gran simbología para el Movimiento, especialmente por la celebración del 39° aniversario de la fundación del MST, celebrada el pasado domingo (22), y el aniversario de la inauguración de la Escola Nacional Florestan Fernandes (ENFF ), celebrada este lunes (23).

Las celebraciones también se suman a la conquista de la toma de posesión del presidente Lula en 2023, una lucha en la que el Movimiento se ha involucrado durante el último año.

El encuentro ha incluido una debates, reuniones de trabajo y también espacios de mística y celebración de la organización y las luchas de los trabajadores en todo el mundo.

Contó con la representación de brigadistas internacionalistas del MST que se encuentran trabajando en diferentes continentes del mundo, y con de lampresencia de parlamentarios y simpatizantes del gobierno que debatieron la coyuntura actual.

Como síntesis de los análisis y horizontes, que marcarán los próximos pasos hacia los 40 años del Movimiento, en conjunto, la Coordinación Nacional lanza una carta al pueblo brasileño con mensaje político, reflexiones y orientaciones para 2023.

Carta desde Luziania

Mensaje al pueblo brasileño

Logramos una importante victoria del pueblo brasileño en las calles y en las urnas al elegir presidente a Lula. Derrotamos a los golpistas de 2016, al avance de la extrema derecha, la tutela militar y al proyecto fascista, que ha hegemonizado el Estado brasileño en los últimos años. Ganamos una batalla importante, pero sabemos que la lucha continúa.

Los desafíos son grandes, ya que estamos viviendo una grave crisis del capitalismo, con una dimensión económica, política, social y ecológica, que pone en riesgo a toda la humanidad. Estamos ante un escenario altamente destructivo, derivado de un sistema de dominación y opresión múltiple: patriarcal, racista, capitalista y colonial, que concentra cada vez más la riqueza y profundiza la desigualdad social.

En Brasil, la crisis se profundizó en los últimos años, adquiriendo un carácter aún más violento, de carácter fascista y orientación económica ultraliberal. Las consecuencias son trágicas y repercuten decisivamente en la sociedad en su conjunto, ampliando las desigualdades, desde la supresión de los derechos sociales y la destrucción del medio ambiente.

Las fuerzas populares que le dieron la victoria a Lula -mujeres, negros, jóvenes, sujetos LGBTI+, pueblos originarios, trabajadores rurales y urbanos- defienden un proyecto popular de país, que enfrenta la
explotación, la opresión, la exclusión, el hambre, la negación de derechos, la concentración de la tierra, la destrucción del medio ambiente y el envenenamiento de la naturaleza, los alimentos, el agua y las personas.

La superación de esta violencia entre la clase obrera en su conjunto será el punto de partida para la construcción de un Brasil del tamaño de nuestros sueños, como afirmó el presidente Lula en su discurso de toma de posesión. Necesitamos derrotar las prácticas del discurso de odio, las noticias falsas, el fundamentalismo, la intolerancia religiosa y la manipulación mental.

Ante estos desafíos, la Coordinación Nacional del MST, reunida en Luziânia, GO, con sus más de 450 delegados y delegadas, de todos los estados de Brasil, reafirma sus compromisos:

• Impulsar la participación popular en la conducción del rumbo del país, a través de la movilización permanente y la continuidad de la lucha contra el fascismo en Brasil y en el mundo;

• Defender la Reforma Agraria Popular como indispensable para la producción de alimentos sanos y la superación del hambre;

• Enfrentar el modelo agroindustrial, que concentra la tierra, destruye la naturaleza, promueve la deforestación y nos envenena con pesticidas. Este modelo no paga impuestos, solo produce materias primas y no alimenta al
  pueblo;

• Combatir la crisis climática, garantizando los derechos de los pueblos y de la naturaleza, con medidas reales contra la deforestación, la degradación y el aumento de emisiones. ¡No a la economía verde y sus falsas promesas!

• Denunciar y movilizarnos permanentemente contra todas las formas de violencia, discriminación, racismo, misoginia, LGBTIfobia e intolerancia religiosa, fomentadas por el agrogolpismo y el bolsonarismo fascista;

• Acumular fuerzas en el próximo período, mediante la articulación entre las organizaciones populares del campo y de la ciudad, ejerciendo la solidaridad de clase y la unidad en la lucha, entendiendo que sin organización, formación y movilización popular no habrá un verdadero cambio en el país.

Nos comprometemos a cultivar la solidaridad y construir la necesaria
organización de nuestro pueblo.

Continuaremos con nuestro Plan de Plantar Árboles, Producir Alimentos
Saludables.

Priorizaremos la lucha por la educación del pueblo, en las campañas de
alfabetización y en los procesos de formación política y batallas de ideas.

Defendemos la soberanía de todos los pueblos y condenamos los bloqueos
económicos, las bases militares, las guerras y las agresiones imperialistas
en todo el mundo, que solo garantizan beneficios para la industria
armamentística y provocan muertes.

Nos sumaremos a todos los que defienden a los pueblos originarios y
exigimos la demarcación de las tierras quilombolas e indígenas, para que no
se repita la tragedia que enfrenta el pueblo yanomami.

¡La lucha es nuestra fuerza! La organización es nuestra base y una sociedad
justa, solidaria y socialista es nuestro camino.

¡Viva la lucha por la Reforma Agraria Popular!

¡Viva el legítimo derecho del pueblo a ocupar las tierras y romper los
cercos de destrucción! ¡Seguiremos caminando ligero, rumbo a los 40 años
del MST!

¡Luchar, Construir la Reforma Agraria Popular!

23 al 27 de enero de 2023

Movimientos de Trabajadores Rurales Sin Tierra – MST

* Editado por Lays Furtado