Brasil: Comuna de la Tierra “Irmã Alberta”

Las 68 familias permanecen en el área recuperada, a menos de 30 kilómetros de San Pablo. El título del terreno es de la Sabesp, que quieres despejar como lo hacen las familias locales
Fuente: Reinaldo Almeida

Por Silvia Adoue
Do Desinformémonos

Amar a terra, e nela plantar semente,

a gente cultiva ela, e ela cultiva a gente.”[1]

El sábado 26 de agosto les llegó carta a los comuneros del campamento “Irmã Alberta” anunciando desalojo. No es la primera vez que esto pasa en los 21 años que ya van desde la ocupación, el 20 de julio de 2002. En uno de los siete intentos de expulsión, contaba un compañero que después de una arremetida de la policía, cuando la bruma densa de los gases se disipaba, en el claro que se abrió entre policías y acampados, apareció la figura de la Irmã (Hermana) Alberta discutiendo con el comandante de la tropa: un metro y cincuenta centímetros de pura firmeza, con su hábito de color gris.

Fuente: Ivan Valente

Alberta Girardi, la religiosa italiana, compañera de lucha por la tierra, ya no vive más en el campamento. Murió en 2018, a los 97 años. Pero las 68 familias permanecen en el área recuperada, a menos de 30 kilómetros de la ciudad de San Pablo. El título del terreno es de la Sabesp, sociedad anónima de capital mixto (público-privado), responsable por el abastecimiento de agua corriente y por la colecta y tratamiento de las aguas servidas del estado de San Pablo. Cuando las familias del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) ocuparon las poco más de 100 hectáreas, sobre el acuífero Cristalino, la Sabesp venía usando el área como vertedero de basura.

Las familias tuvieron que limpiar el terreno y arrancar los eucaliptos de raíz. Sólo después pudieron comenzar con el manejo del suelo, que estaba compactado y ácido. El plantío de frijoles y árboles nativos les permitió recuperar siete nacientes. Decidieron que se organizarían en forma de comuna, con grandes áreas colectivas. Se propagaron las huertas con cultivos consorciados. Se levantaron sistemas agroforestales. Pero tenían que aprender cómo hacerlo. Hacer aprendiendo y aprender haciendo: una escuela de agroecología itinerante funciona en las diferentes áreas del campamento.

Fuente: Passaty

De las tiendas de lona negra se pasó a las viviendas un poco más sólidas. Pero todo está siempre haciéndose. La “ciranda” de educación infantil, la cocina colectiva son parte de la construcción comunitaria. El campamento también integra al Territorio Okaracy de la compañía teatral Antropofágica, con investigación y escuela de teatro. Durante la pandemia, la Comuna “Irmã Alberta” abasteció de alimento a los barrios circundantes, donde familias trabajadoras no cuentan con empleo fijo. La recuperación de plantas nativas trajo de nuevo a los animales silvestres que habían desaparecido con la degradación de la vegetación.

Fuente: Reinaldo Almeida

El Instituto de Tierras del Estado de San Pablo (ITESP) y el Instituto de Colonización y Reforma Agraria (INCRA), este último dependiente del gobierno nacional, en muchas oportunidades se pronunciaron a favor del reconocimiento oficial como asentamiento permanente. Los 21 años de permanencia y la recuperación del suelo, la preservación del acuífero y las nacientes legitiman el enraizamiento de la comuna en ese lugar. Para los comuneros, “Irmã Alberta” es un asentamiento, aunque el Estado no lo reconozca así.

Fuente: Passaty

El actual gobernador del estado de San Pablo, el bolsonarista Tarcísio de Freitas, pretende acelerar la privatización de la Sabesp que atiende 370 municipios. Ya en 2020, durante la gestión anterior, el gobernador João Dória regionalizó la gestión del agua. Para permitir privatizar el servicio “por fetas”, entregándolo a empresas de porte menor.

Al lado del área recuperada por los comuneros, la empresa Minalba instaló una embotelladora de agua mineral extraída del acuífero Cristalino. Así, el agua pura se transforma en mercadería para quien pueda pagar.

No son pocos los desafíos que enfrenta “Irmã Alberta”. Mientras el pedido de desalojo corre en los juzgados, los comuneros continúan sus faenas aprendiendo de la paciencia de la tierra. Plantan abundancia, siembran nuevos vínculos entre sí y con los vecinos.


[1] “Amar la tierra/ y en plantar la semilla./ Nosotros la cultivamos/ y ella nos cultiva a nosotros” https://www.youtube.com/watch?v=va7WlWbQ8zk